Lo reconozco.
Siempre he sido muy curioso
Por dónde empiezo…
Me crié en Fuerteventura y tengo padres andaluces. La receta perfecta; un puñado de calma, una pizca de sal y mucha, muuucha paz. ¿Qué cómo soy? Los que mejor me conocen me definen como una persona cercana, humilde y hospitalaria. Sumamente característico de mis islas Canarias.
Me formé a los 19 años en sistemas informáticos y, durante años, dirigí equipos y almacenes en grandes empresas como Mercadona. Despertaron aquí mis habilidades de liderazgo y empecé a ser consciente de mi potencial.
Cuatro años después, me sentí estancado. Algo dentro de mí me inquietaba, buscaba nuevos retos y emociones. Quería seguir progresando, necesitaba nuevas oportunidades. Fue entonces cuando cambié el rumbo y pasé a gestionar las compras de varios complejos turísticos en, Labranda. Una multinacional hotelera.
Trabajaba de 8 a 15 hs en la oficina de uno de sus complejos, teníamos varios descansos entre medias para el «cafecito» y encima comíamos en el bufé del hotel, ¿Qué más se puede pedir?, ¿no?. Aún así, sentía que me faltaba algo. Esa vida tan cómoda no terminaba de llenarme. Buscaba libertad y pasión por lo que hacía, así que, lo dejé todo. Sí, sí, como lo lees.
Antes de dar el paso, decidí comprar una furgoneta y camperizarla en mis ratos libres para dar el salto a lo que sería el viaje de mi vida. Necesitaba introspección, salir de mi zona de confort, buscar aquello que tanto anhelaba.
El viaje que le daría sentido a todo.
Con todo listo, en enero de 2018, Lola (🐶) y yo, nos subimos a nuestra furgo para abandonar Fuerteventura (nuestro cachito de paz y tranquilidad) y nos embarcamos en un barco rumbo a Cádiz.
Durante unos meses, recorrimos la península ibérica, Portugal, Francia, Suiza y Luxemburgo hasta llegar a Irlanda.
Allí, entre el frío y el calor de sus gentes nos pasamos dos años.
Durante esos dos años y medio, entre tanto volantazo de aquí para allá, el algoritmo de Instagram fue haciendo su trabajo. Mis redes sociales estaban plagadas de gente que viajaba mientras trabajaba en remoto.
¡Joder, yo quería eso! Vivir libre de ataduras mientras hacía algo que me apasionara. Así que, me puse a investigar.
Empecé a nutrirme con podcast, blog de gente que se dedicaba a ello y cada vez más, iba encendiéndose algo dentro de mí que me decía, <<esto es lo que tanto tiempo has estado buscando>>.
Entonces, comencé a formarme y darle forma a mi profesión. El marketing digital era una puerta enorme hacía un mundo de múltiples opciones y avances.
Comprendí cuál era mi visión
Mi camper aparco en Valencia. Cambié mi casa sobre ruedas por un pequeño estudio. Con las ideas claras y mi hoja de ruta definida, empecé a formarme como Project Manager Digital, mientras trabajaba en Cecotec como responsable de equipo.
¡Llegué a mi destino!👏🏼 Disfruto ayudando a los demás y me dedico a ello. Ser PMD fusiona mi entusiasmo por el Marketing Digital con la valía de ayudar a personas a vivir de una forma más sana, equilibrada y estructurada con sus negocios.
¡Ahora sí que sí!
El Marketing Digital cambió mi vida. Buscaba salir de lo estipulado, ser libre, ganar tiempo para mí, no acabar agotado con largas jornadas de trabajo.
Por eso empatizo con el emprendedor/a online y me satisface ayudarlo/a.